Bienvenida al mundo Malhvia. 

LA MARCA

En un mundo lleno de imposturas, presiones y pretensiones, venimos a proponerte algo:

Sé muy Tú.

Quítate las máscaras y desnúdate de expectativas. Desmenuza las etiquetas y muéstrate tal y como eres. Expresa ese-no-sé-qué tan tuyo.

En Malhvia celebramos la frescura de lo cotidiano y la perfecta imperfección que hay en cada una de nosotras.

En este mundo en el que a veces parece que ser una misma es de valientes, te proponemos vivir la vida real como la mujer que eres, dejando asomar a tu auténtica yo.

Queremos cuidarlo todo para que tú puedas mostrarte tal y como eres.

Queremos hacer de las joyas tus aliadas para que puedas expresar ese-no-sé-qué tan especial y único que hay en ti.

Así, con frescura, siendo Tú y solo Tú.

Porque en la variedad y la libertad siempre encontrarás a Malhvia.

¿Nos acompañas?

Malhvia Joyas muy Tú

 

Conoce nuestros orígenes.

LA HISTORIA

La protagonista de esta historia eres tú.

Tú y todas las mujeres que se expresan con autenticidad. 

Sin embargo, si nos remontamos al origen de Malhvia encontramos a Silvia.

Una mujer que, junto con su compañero de viaje Óscar, creó el mundo Malhvia. 

Todo empezó con la búsqueda de la belleza. 

Desde muy pequeña, Silvia estaba obsesionada por encontrar la belleza en las pequeñas cosas que la hacían feliz. Botones, hilos, hojas, piñas, piedras. Todo se convertía en un tesoro bello que una vez descubierto le permitía desarrollar toda su imaginación. 

Era justo en esas búsquedas de pequeños tesoros cuando Silvia compartía sus descubrimientos y diseños con las mujeres de su familia, mujeres que le inspiraban y con las que compartía su espacio más íntimo y personal. 

Sus inquietudes creativas la guiaban en su búsqueda incansable 

Buscaba recuerdos del pasado en los baúles de su yaya Felipa. Iba directa a la máquina de coser de la Señora Carmen, para observar como su madre devolvía a la vida prendas en desuso que se convirtieron en sus favoritas. Visitaba a su tía Pepi, una fuente de inspiración que siempre la animaba e incluso le ofrecía sus pequeñas joyas para probarse. Y, por supuesto, andaba con sus cómplices favoritas, sus dos hermanas Eva y Noelia, quienes se probaban todo aquello que Silvia creaba entre risas y juegos. 

Así es como Silvia, desde muy pequeña, se inició en este mundo de las joyas. 

Así es como se inició, aunque ha dado varias vueltas hasta llegar aquí. La vida la llevó a coger trabajos que realmente no la llenaban, dejando aparcada su curiosidad durante años porque, seamos honestas, la realidad muchas veces se lleva nuestros sueños por delante. 

Aun así, cuando llegó el momento, su curiosidad e inquietudes volvieron a coger fuerza y pudo volver a sus orígenes para crear lo que es Malhvia hoy. 

Malhvia es un lugar en el que encontrar de nuevo esos pequeños tesoros. 

En el que encontrar a todas esas mujeres que le ayudaron a recorrer su camino y con quienes aprendió que todo es bello cuando se muestra tal y como es. 

Tesoros en forma de joyas de plata de primera ley 925 o baño de oro de 18k, atemporales, versátiles y de calidad para el día a día con las que poder mostrarnos tal y como somos.  

Para expresar ese-no-sé-qué tan nuestro. 

En Malhvia defendemos que en la libertad de ser con naturalidad y frescura está la verdadera belleza. 

Aportamos nuestro grano de arena por una realidad en la que cualquier mujer muestre su verdadera autenticidad. 

Este es el preludio de nuestra historia.

¿Nos acompañas a escribir el resto?

EL EQUIPO

Conócenos

Malhvia somos un equipo. Una familia. Un grupo de personas con una misma intención: poner nuestro grano de arena para que cada mujer pueda expresar su autenticidad real todos los días. 

Trabajamos para ofrecerte joyas de calidad de plata de primera ley 925 o baño de oro de 18k, atemporales y versátiles con las que expresar ese-no-sé-qué tan tuyo que te hace ser quien eres Tú. 

Desde la sencillez y la frescura. Celebrando la autenticidad real que hay en ti. 

Huimos de las expectativas de belleza y perfección porque estamos convencidas de que somos bellas por el simple hecho de ser y existir.